Todavía son muchos los estereotipos que tenemos que dejar atrás y aún son más los pasos que nos quedan por recorrer para que la igualdad de género sea una realidad. Para nosotras, hablar de sexualidad casi nunca ha sido un tema fácil, más bien todo lo contrario. Un tabú social marcadamente machista, como si no tuvieramos derecho a sentir placer, pero si obligación de proporcionarlo. Reprimidas, juzgadas y cosificadas como objeto sexual a lo largo de la historia, estamos luchando por la libertad en el terreno sexual. El empoderamiento femenino también se puede enfocar desde la perspectiva sexual, una de las muchas barreras de género que aún tenemos que superar entre todas.
¿Hablamos las mujeres de sexo y masturbación sin prejuicio?
Antes nuestro placer no interesaba a nadie (ni a nosotras mismas porque nadie nos había contado que teníamos que interesarnos por él) ni se le dedicaba tiempo ni atención. Afortunadamente cada vez más mujeres reivindican su derecho al placer sexual y pueden hablar sin tabúes de la masturbación y otros temas relacionados con el sexo, aunque todavía hay muchas mujeres a las que les cuesta hablar de ello. Por ejemplo, la revolución de los juguetes eroticos ha sido la excusa perfecta para que las mujeres hablen de sexo y masturbación femenina por primera vez.
¿Conocemos realmente nuestro cuerpo? ¿Nos sentimos cómodas explorándolo a través de la masturbación?
No todxs conocemos nuestro cuerpo. Tampoco se nos enseña a hacerlo. Es difícil que alguien nos diga que agarremos un espejito de mano y que nos miremos la vulva o el pene. Al contrario, si de niñxs se nos ocurre tocarnos los genitales (aunque sea porque nos pica) todavía en muchos casos enseguida se nos dice: «¡Vos chavala, quita la mano de ahí que eso no se toca!», de forma que se censura el autoconocimiento y lo que tenga que ver con el descubrimiento de nuestros genitales. Si no me conozco sexualmente hablando no puedo disfrutarme. Hay mujeres que sí se sienten cómodas y disfrutan explorando su cuerpo a través de la masturbación, pero hay otras que no, hay mujeres que lejos de disfrutarlo se censuran en esta práctica, la evitan o incluso que si lo hacen sientan culpa o asco hacia sí mismas por hacerlo. Esto es consecuencia de la pobre relación que nos enseñan a tener con nuestros genitales. Una prueba más de lo necesario que es educarnos sexualmente de forma positiva.
¿Cómo es la relación de las mujeres con los juguetes sexuales? ¿Experimentan solas o en pareja?
La relación de las mujeres con los juguetes sexuales es mucho más sana de la que tienen los hombres. Ellas suelen tomarlo como lo que son, complementos que añaden un plus positivo a sus encuentros íntimos tanto en solitario como en pareja, pero a ellos les cuesta un poco más entender este concepto por el miedo a «si necesita un juguete es porque conmigo no tiene suficiente». Ni usar juguetes eróticos es una necesidad ni las relaciones sexuales se valoran como suficiente o insuficiente. Usar juguetes es una cuestión de elección, apetencia y gusto, nada más. Es más, esa reticencia de muchos chicos heterosexuales a introducir juguetes en la cama lleva a que sus parejas mujeres utilicen los juguetes de forma individual en silencio o que incluso se repriman en su uso por no tener problemas con su pareja por este tema. Ojo, es completamente sano y respetable que una persona utilice juguetes en su intimidad sexual individual y no lo comparta con la pareja, nadie tiene derecho a meterse en nuestra intimidad, pero si no lo cuento que sea porque no me apetece y no por miedo a discutir.